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🤝 Finanzas colaborativas: el auge de las comunidades de ahorro y préstamo

Descubre cómo las comunidades de ahorro y préstamo pueden ayudarte a crecer financieramente con colaboración y disciplina.






🤝 Finanzas colaborativas: el auge de las comunidades de ahorro y préstamo

En un mundo cada vez más interconectado pero también más individualista, las finanzas colaborativas están resurgiendo como una alternativa poderosa y humana frente a los sistemas tradicionales. 

Estas prácticas no solo permiten el acceso a recursos financieros de forma más equitativa, sino que también fortalecen los lazos sociales y fomentan la educación financiera.

¿Qué son las finanzas colaborativas?

Las finanzas colaborativas son modelos económicos basados en la cooperación entre personas, sin intermediación bancaria o institucional. 

En lugar de depender de grandes entidades financieras, las personas se organizan en grupos para ahorrar, prestarse dinero o invertir de forma conjunta.

Algunos ejemplos incluyen:

  • Grupos de ahorro rotativo
  • Préstamos entre pares (P2P lending)
  • Comunidades de inversión
  • Cooperativas de crédito

Ventajas de las finanzas colaborativas

  • Accesibilidad: Abren la puerta a personas sin historial crediticio o con ingresos informales.
  • Educación financiera: Fomentan el aprendizaje colectivo sobre ahorro, planificación y manejo del dinero.
  • Empoderamiento: Los participantes toman decisiones en conjunto, generando un sentido de responsabilidad y pertenencia.
  • Bajos costos: Reducen o eliminan las tasas de interés abusivas.

El poder de las redes comunitarias: el caso del Pasanaco

Dentro del universo de las finanzas colaborativas, existen formas tradicionales que han demostrado su efectividad durante generaciones. 

Una de las más representativas en países de Latinoamérica es el pasanaco —también conocido como tanda, cuchubal o rosca—, un sistema basado en la confianza mutua, la organización comunitaria y el apoyo económico cíclico entre sus miembros.

El pasanaco funciona mediante un grupo de personas que acuerdan aportar una cantidad fija de dinero en intervalos regulares (semanal, quincenal o mensual). Cada vez, uno de los miembros recibe el monto total recaudado, rotando hasta que todos hayan recibido su turno. 

Esta dinámica permite a los participantes acceder a sumas mayores sin necesidad de endeudarse con bancos o instituciones financieras.

Aunque no aparece en los libros de finanzas académicas, el pasanaco es una muestra viva de cómo las comunidades pueden crear soluciones financieras sostenibles sin depender de bancos ni pagar intereses. 

Es un ejemplo tangible del impacto positivo que pueden tener las redes sociales bien organizadas cuando se trata de ahorro, planificación y solidaridad económica.

Cómo empezar una comunidad de ahorro o préstamo

  1. Define las reglas: Claridad en los montos, plazos, penalizaciones y criterios de participación.
  2. Selecciona a los participantes: Busca personas comprometidas y con objetivos financieros similares.
  3. Formaliza el acuerdo: Aunque sea informal, es recomendable dejar por escrito los términos para evitar malentendidos.
  4. Utiliza herramientas digitales: Apps como Google Sheets, Splitwise o WhatsApp ayudan a mantener la transparencia y comunicación.

¿Por qué este modelo está ganando fuerza en 2025?

Con la crisis económica postpandemia, la inflación y el creciente desencanto con los bancos, muchas personas están replanteándose su forma de interactuar con el dinero

Las finanzas colaborativas no solo ofrecen soluciones prácticas, sino también valores que resuenan en la sociedad actual: comunidad, equidad y empoderamiento.

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